QUIÉNES SOMOS

 ESCRITURA. Creemos que las Escrituras Hebreas y las Escrituras del Nuevo Pacto son la Palabra de Dios inspirada, infalible, inerrante (en su idioma original) y autorizada. Las Escrituras Hebreas y las Escrituras del Nuevo Pacto son la Ley eterna y suprema y la más completa revelación de Dios al hombre. 

Las Escrituras Hebreas y las Escrituras del Nuevo Pacto (las “Escrituras”) servirán como la máxima autoridad para la vida, la enseñanza, la conducta, la doctrina, los principios de fe y la perspectiva de la congregación. Las Sagradas Escrituras son: 

16 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, (2  Timoteo 3:16, Reina Valera).

NATURALEZA DE DIOS. Creemos en el Único Dios Vivo, el Santo de Israel, que eternamente existe en una unidad revelada en tres personas: Av (Padre); ben (hijo); y Ruach haKodesh (Espíritu Santo), el Dios de Avraham, Yitzhak y Yaacov. 

Él es omnisciente, todopoderoso y omnipresente. Él crea y guía a todo ser vivo, e hizo, hace y hará todo, Él conoce los corazones y las acciones de todos los hombres, y un día recompensará a los justos y juzgará a los injustos.

YESHUA HAMASHIACH. Creemos que Yeshua de Nazaret es el único Mesías prometido y Redentor de Israel y del mundo. Él es el Hijo unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad. Creemos en Su nacimiento virginal, vida sin pecado, milagros, muerte expiatoria a través de Su sangre derramada en el madero, Su resurrección corporal al tercer día y Su regreso físico como Rey de Israel y Amo del Universo en poder y gloria. 

Por Su vida, muerte y resurrección, Él cumplió las profecías mesiánicas en las Escrituras Hebreas relacionadas con la primera venida del Mesías. Llevó el oprobio de los pecadores, y fue afligido hasta la muerte en el madero. Él fue herido por nuestras transgresiones, molido por nuestras iniquidades. El castigo de nuestra paz fue sobre Él, y por Su llaga fuimos nosotros curados. (Is. 53:5) (Valera)

Él es la imagen visible del Dios invisible, la representación exacta de la naturaleza de Dios, y la expresión perfecta de Su Gloria. Él es la Palabra de Dios, la Torá viviente y la representación más completa de Dios para el hombre. Él es el Alef y Tav, el primero y el último, el principio y el fin. Él estaba eternamente con el Padre en el principio y no fue creado. Todas las cosas son creadas a través de Él y por Él. Él es completamente Divino y, sin embargo, vino en la carne. La plenitud de la Deidad habita en Él en forma corporal. Él y el Padre son Uno (Echad). Creemos en la Deidad total y la humanidad total del SEÑOR Yeshua el Mesías.

PECADO Y SALVACIÓN. Creemos que el hombre fue creado b'tzelem Eloheim (a imagen de Dios), pero por la desobediencia de Adán, cayó en pecado. Creemos que al menos que el hombre se arrepienta de su pecado y acepte a Yeshua como su Mesías personal, Señor y Salvador. Y activamente se sujete a Él y ponga su confianza en Él y en Él solamente, es la única forma de librarnos de la eterna separación de Dios.

Creemos en la regeneración a través de él por el Ruach haKodesh (Espíritu de Dios) en nosotros, y la transformación en nuestras vida a imagen y semejanza de nuestro Mesías, a través de su persona y su obra y lo consideramos esencial. 

Él es el camino, la Verdad y la Vida. Nadie viene al Padre, sino a través de Él. La única provisión que Dios hizo para reconciliar al hombre con él mismo fue a través de la obra expiatoria del Mesías Yeshua, quien murió en el kipporah (sacrificio) por nuestra desobediencia y resucitó, manifestando Su victoria sobre el pecado y la muerte.

5. ESPÍRITU SANTO. Creemos en la obra y presencia del Ruach HaKadesh (Espíritu Santo) en la vida del Creyente. Él es el Consolador, Sellador, Guía, Fuente de dones espirituales, y a través de hacer morada el Creyente está capacitado para vivir una vida piadosa. Él produce el fruto de la justicia en la vida de todos los seguidores del Mesías. El Espíritu Santo también da dones, ordena y guía al cuerpo de Creyentes, capacitándolos para convertirse en una comunidad de amor y servicio.

6.LA CONGREGACIÓN. Creemos que aquellos que son del Ruach haKodesh se convierten en miembros del pueblo universal de Dios, o el Cuerpo del Mesías. Los creyentes gentiles son injertados en el olivo natural de Israel y se vuelven parte de Israel. 

Esta única comunión espiritual incluye tanto a judíos como a no judíos como miembros iguales de Su cuerpo. Por lo tanto, creemos en la unidad espiritual de todos los Creyentes que realmente confían en Dios a través de Yeshua el Mesías. El SEÑOR Yeshua es la cabeza de este cuerpo, y los miembros encuentran su lugar de servicio y adoración en la congregación local. 

... tú, siendo olivo silvestre, has sido injertado en lugar de ellas, y has sido hecho participante de la raíz y de la rica savia del olivo,

Romanos 11:17 (Reina Valera)

7. PACTOS CON ISRAEL. Creemos en la continuidad de los pactos eternos de Dios con el pueblo físico de Israel. Los seguidores judíos de Yeshua están llamados a mantener la herencia y las tradiciones bíblicas judías expresadas a través del pacto eterno de la Torá y seguir siendo parte de nuestro pueblo Israel. Esto demuestra nuestra obediencia a Dios y también es parte de nuestra identidad y un testimonio de la fidelidad de Dios. Creemos que Dios dio la Torá para instrucción moral que señalaría la obra del Mesías. 

Por la Torá, Dios establece un estándar justo para una vida santa y para preservar a Israel como una nación distinta a las demás naciones. El cumplimiento de Yeshua de la profecía mesiánica de ninguna manera anula la Torá. (Mt. 5:17) Yeshua es la Palabra Viva de Dios hecha carne. Los mandamientos bíblicos son los mandamientos de Yeshua. Son una revelación del corazón de Dios. Por lo tanto, son un reflejo del corazón de Yeshua. 

Las Escrituras nos guían y adiestran para ser transformados más como Él, porque así es como Él mismo vivió y lo que tenía en Su corazón.

Sin embargo, nuestra aceptación delante de Dios es, y siempre ha sido, únicamente por Su bondad, gracia y misericordia,

a través del arrepentimiento y la gracia a través de la fe. 

También creemos que Eretz Yisrael (la Tierra de Israel) es la patria de los judíos, como lo prometió Dios a nuestros antepasados, Avraham, Yitzahk y Yaacov, como herencia eterna. Creemos que Yerushalyim es la Ciudad del Gran Rey, Yeshua el Mesías, desde la cual Él gobernará y reinará a Su Regreso en poder y gloria. Porque la Torah saldrá de Sion, y la Palabra del SEÑOR de Yerushalyim.

Esta única comunión espiritual incluye tanto a judíos como a no judíos como miembros iguales de Su cuerpo. Por lo tanto, creemos en la unidad espiritual de todos los Creyentes que realmente confían en Dios a través de Yeshua el Mesías. El SEÑOR Yeshua es la cabeza de este cuerpo, y los miembros encuentran su lugar de servicio y adoración en la congregación local. 

... tú, siendo olivo silvestre, has sido injertado en lugar de ellas, y has sido hecho participante de la raíz y de la rica savia del olivo,

Romanos 11:17 (Reina Valera)

8. MATRIMONIO, SEXO BIOLÓGICO Y MORAL. Creemos que Dios maravillosa e inmutablemente crea a cada persona como hombre o mujer (Gén. 1:26-27). El rechazo del sexo biológico de uno es un rechazo del diseño y propósito de Dios en esa persona.

Creemos que Dios creó originalmente y siempre tiene la intención de que el “matrimonio” sea la unión de un hombre y una mujer en una unión única y exclusiva, como se describe en las Escrituras (Génesis 2:18-25).

Creemos que Dios tiene la intención de que la intimidad sexual ocurra solo entre un hombre y una mujer que están casados ​​entre sí. (Pacto matrimonial). Creemos que Dios ha ordenado que no se realice ninguna actividad sexual íntima fuera del matrimonio entre un hombre y una mujer. Creemos que cualquier forma de inmoralidad o perversión sexual, incluido el adulterio, la fornicación, el comportamiento homosexual o bisexual, la asociación transgénero, la orientación transexual, la bestialidad, el incesto, la pedofilia o el uso de la pornografía es pecaminoso y ofensivo para Dios. Creemos que Dios ofrece redención y restauración a todos los que confiesan y abandonan su pecado, buscando Su misericordia y perdón a través del Mesías Yeshua.